Las Espigadoras de Millet de 1857. En esta obra se pueden observar a tres campesinas, situadas en primer plano, que destacan con nitidez en un campo de grandes dimensiones donde el sol y el calor hacen todavía más fatigosa la recogida de las espigas. Al fondo del cuadro se observa una pequeña figura a caballo que controla la actividad de los campesinos. Las robustas figuras de las mujeres de la izquierda describen ángulos rectos y se proyectan hacia el suelo, mientras la otra espigadora, al levantar el cuerpo, se orienta hacia arriba y su cabeza queda justo en la línea del horizonte.
Esta obra supone el prototipo de pintura realista ya que aparecen tres campesinas, retratadas sin ningún tipo de idealización que recogen con fatiga espigas al sol. En verano hay que segar el trigo, recoger las espigas y realizar otras muchas labores agrícolas. Por la actividad que llevan a cabo las mujeres y la iluminación de la escena, es posible deducir que el cuadro se desarrolla en esta época del año. La dureza de la vida del campo se encarna en estas tres espigadoras anónimas, que desarrollan un trabajo monótono durante una jornada inacabable y con el convencimiento de que el día siguiente será igual. El lienzo muestra así, una cruda visión de la penosa situación de los campesinos.
La novedad del tema y la conflictividad social de la época hicieron suponer que Millet pintaba con una clara intencionalidad política, cerca del socialismo. El hecho de que representara campesinos, pero no obreros, que tenían un trabajo tanto o más duro, parece contradecir esta interpretación, nunca le interesó el campesinado como clase social: solo se fijaba en la dignidad y el simbolismo de las gentes.
Esta obra supone el prototipo de pintura realista ya que aparecen tres campesinas, retratadas sin ningún tipo de idealización que recogen con fatiga espigas al sol. En verano hay que segar el trigo, recoger las espigas y realizar otras muchas labores agrícolas. Por la actividad que llevan a cabo las mujeres y la iluminación de la escena, es posible deducir que el cuadro se desarrolla en esta época del año. La dureza de la vida del campo se encarna en estas tres espigadoras anónimas, que desarrollan un trabajo monótono durante una jornada inacabable y con el convencimiento de que el día siguiente será igual. El lienzo muestra así, una cruda visión de la penosa situación de los campesinos.
La novedad del tema y la conflictividad social de la época hicieron suponer que Millet pintaba con una clara intencionalidad política, cerca del socialismo. El hecho de que representara campesinos, pero no obreros, que tenían un trabajo tanto o más duro, parece contradecir esta interpretación, nunca le interesó el campesinado como clase social: solo se fijaba en la dignidad y el simbolismo de las gentes.
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